Stranger Things
- Luis Hernández
- 23 jul 2016
- 2 Min. de lectura
8.8/10

"Stranger Things" es una serie original de Netflix creada por los hermanos Duffer. Estrenó en 2016 y es estelarizada por Winona Ryder, David Harbour, Finn Wolfhard, Millie Bobby Brown, Gaten Matarazzo y Caleb McLaughlin entre muchos otros.
La historia transcurre en 1983 en el pueblo de Hawkins. Mike Wheeler, Dustin Henderson, Lucas Sinclair y Will Byers han terminado una intensa jornada de "Calabozos y Dragones", así que ahora se dirigen a su respectiva casa, pero en el camino Will se encuentra con una horrible criatura de la que trata de huir, pero termina por alcanzarlo. Will Byers no fue vuelto a ver.
Mientras todo el pueblo busca a Will sin descanso, una extraña niña aparece y aparentemente tiene más secretos que respuestas tras ella.
En Hawkins están a punto de pasar muchas cosas, cada una más extraña que la anterior.
Un buen homenaje.
Desde el intro, la música y la trama, los hermanos Duffer se encargaron de que todo en la serie fuera una referencia directa a alguna película o serie de los '80, y ese es tal vez el punto más fuerte y a la vez el más débil de esta serie.
Como tal, es una muy buena producción; buenos personajes, buen diseño, buena historia. No hay de qué quejarse en cuanto a calidad refiere. El problema es la esencia.
La serie se concentra tanto en hacer homenajes a la cultura pop de antaño que se olvida de tener una personalidad propia.
Al final del día, sólo la terminas recordando como una copia descarada de E.T., Close Encounters of the Third Kind y Silent Hill.
Es una muy buena fachada pero cuando echamos un vistazo al interior, nos damos cuenta que la estructura está vacía.
En realidad es muy entretenida y disfrutable, pero no presenta absolutamente nada nuevo y al apegarse tanto a las películas y videojuegos ya mencionados, se vuelve predecible, pues no se esfuerzan ni por tomar decisiones propias en cuanto al guión.
Y como cereza del pastel, las elecciones del elenco infantil pudieron ser mejores, pues los diálogos pierden fuerza al perderse en la plana actuación que los niños entregan la mayoría del tiempo.
La única que parece estar concentrada en el proyecto es Millie Bobby Brown.
No es una mala serie, pero el homenaje que raya en la copia descarada termina por no llenar del todo al final.
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