Iron Man 3
- Luis Hernández
- 27 feb 2018
- 2 Min. de lectura
7.2/10
"Iron Man 3" es una película de 2013, dirigida por Shane Black y estelarizada por Robert Downey Jr., Gwyneth Paltrow, Don Cheadle y Guy Pearce.
El mundo está a salvo. Ha pasado un año desde el incidente en Nueva York, donde los héroes más poderosos del planeta nos salvaron de una inminente invasión, pero Tony Stark, mejor conocido como Iron Man, no deja de tener pesadillas sobre su encuentro cercano con la muerte.
A la par de la crisis existencial de Tony, Estado Unidos enfrenta al que tal vez sea su mayor enemigo hasta ahora: El Mandarín; un sanguinario y despiadado terrorista que hará lo que sea para derribar a E.U. de su pedestal.
Cuando Happy Hogan (amigo cercano de Tony) resulta herido en un ataque de El Mandarín, Stark decide que debe derrotar a este nuevo adversario mientras lidia con su dilema psicológico.
Iron Man deberá estar preparado física y mentalmente.
La consolidación del desastre.
Todos los pequeños detalles que señalé en Iron Man 2 terminan de evolucionar en Iron Man 3 como una desagradable realidad.
Desde el primer segundo hasta el último, Shan Black nos dirige por una cinta demasiado incómoda.
Desde dirección, narrativa y edición, la película es un tremendo desastre, pero los problemas técnicos y artísticos no son ni de cerca los peores.
En cuanto al personaje como tal, Iron Man 3 termina de transformar a Tony Stark/Iron Man como el personaje insoportable, incoherente, infantil y arrogante que ya se empezaba a deformar desde la cinta anterior. Un asno. Es difícil que la audiencia sienta empatía por un personaje tan insoportable y, honestamente, estúpido.
En cuanto a la película, se convierte en el mayor exponente de la nueva insignia de Marvel en cuanto a su universo cinematográfico, un chiste total. La producción en sí es un chiste, y uno de muy mal gusto.
En cuanto a la adaptación, se trata de otro bodrio. Iron Man es un personaje con una historia rica e interesante en las viñetas de los cómics, pero este largometraje se encargó de vomitar en cada historia que tocó y luchó por hacerlo de la manera más ridícula posible.
Tomó el interesante arco "Extremis" de los cómics y lo redujo al asqueroso personaje interpretado por Guy Pearce.
Tomó a El Mandarín y lo convirtió en un payaso de pena ajena para que terminara apuntando de nuevo al personaje de Guy Pearce. A lo largo de la historia, durante las escenas de El Mandarín, la película tiene pequeñísimos destellos de que podría ser una historia seria, cruda, que toca temas difíciles sobre el terrorismo, pero decidió que era mejor ser un chistorete, porque era más fácil.
Incluso el personaje Iron Patriot, que es utilizado originalmente en los cómics de Civil War, se ve desperdiciado en esta atrocidad.
Malos chistes, una duración innecesariamente larga, mal antagonista y un mal guión, hacen que el hombre de hierro cierre su trilogía de una manera patética y muy corriente.
Iron Man 3 es el premio a todos los errores que pueden haber en una película de Marvel, y que, desafortunadamente, se van a repetir en futuras producciones.
Un tropiezo total en el primer paso de la Segunda Fase del Universo Cinematográfico de Marvel.
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