Baby Driver
- Luis Hernández
- 20 ago 2017
- 2 Min. de lectura
9/10
"Baby Driver" es una película de 2017, escrita y dirigida por Edgar Wright y estelarizada por Ansel Elgort, Kevin Spacey, Lily James y Eiza González.
La película cuenta la historia de Baby, un chico de pocas palabras que conduce como el demonio mismo. La música es su combustible y los lentes de sol sus guías.
Baby se metió con la gente que no debía y ahora debe trabajar con ellos hasta saldar su deuda y poder seguir su camino.
Pero entre todo esto, aparece Debora, una hermosa camarera que le cambia el mundo por completo.
Ahora Baby debe encontrar el modo de completar su trato sin que el mundo delictivo colisione con el hermoso mundo que le presentó Debora.
Mucha música, derrapones y persecuciones se encuentran justo al frente del camino.
Un viaje emocionante.
Edgar Wright es conocido por sus excelentes películas de comedia, pero si les ponemos atención a sus obras, siempre le había guiñado el ojo discretamente al género de acción. Esta vez por fin se decidió y fue por todo.
Las escenas en los autos, que son el mayor atractivo de la cinta, son ejecutadas de manera hermosa y precisa. Aunque Wright no aporta nada nuevo al género en este rubro, sí comprende a la perfección las técnicas que han usado otros directores y sigue las reglas al pie de la letra.
La edición rítmica atrapa a casi cualquiera al instante, aunque algunos podrían decir (y con algo de razón) que llega a ser cansada después de verla más de una hora sin parar.
Los personajes nunca tienen un verdadero desarrollo, pero curiosamente esto nunca resulta un verdadero problema, pues la película es lo suficientemente entretenida por sí misma.
Kevin Spacey, como siempre, da una actuación digna de galardones, como un cínico y calculador jefe criminal.
El punto más problemático de la cinta es precisamente su punto más fuerte; su simpleza. La historia hace exactamente lo que uno esperaría, no hay sorpresas, no presenta nada nuevo, no tiene intención de quedarse por semanas en la memoria del espectador, pero eso no quiere decir que no sea un recorrido entretenido.
Por su puesto que tanta música casi sin descanso alguno llega a cansar de momento, pero el carisma que siempre tienen las historias de Edgar Wright logra hacer que ignoremos, dejándonos atrapar por el romance cliché pero efectivo entre Baby y Debora.
Un recorrido muy entretenido con mucho potencial, repleto de referencias al mundo de la música y el mundo del cine, pero que decide quedarse en lo seguro y seguir todas las reglas del género al pie de la letra sin arriesgarse.
Comentários